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Perry se queda en blanco en el debate republicano

Perry no fue capaz de recordar los nombres de las tres agencias gubernamentales cuya eliminación propone

Perry se queda en blanco en el debate republicano REUTERS

EMILI J. BLASCO

El gobernador de Texas, Rick Perry , se quedó esta noche completamente en blanco en medio de su intervención en el debate entre los candidatos de las primarias republicanas. Perry no fue capaz de recordar los nombres de las tres agencias gubernamentales cuya eliminación propone. Con algún esfuerzo mencionó dos (comercio y educación), pero a pesar de quedarse unos instantes pensando fue incapaz de mencionar la tercera, en una situación embarazosa para el resto de canditados y que daña seriamente su campaña electoral. “No puedo, lo siento. Ups”, dijo al final, dirigiéndose al moderador principal del debate, celebrado en Michigan y emitido por la cadena financiera CNBC.

El imperdonable fallo de Perry provocó un alud de comentarios de los analistas políticos estadounidenses através de Twitter , muchos de los cuales coincidieron en dar por muertas las apiraciones de Perry. Algunos aseguraron que el incidente pasará a los anales de errores en debates televisados que cuestan una campaña, como el mítico sudor de Richard Nixon. El incidente pasaba días después de que el mismo Perry protagonizara una extraña intervención en un mitin electoral, en el que parecía borracho o bajo efecto de alguna droga.

Cuando Perry entró en la carrera de las primarias en agosto, la novedad rápidamente le situó en cabeza, pero tras el final del verano ha ido descendiendo en las encuestas y ahora venía apareciendo en cuarto lugar. El debate era quizás su última oportunidad para levantar y no quedar descolgado , pero la desaprovechó trágicamente.

Esta era una de las claves de un debate que fundamentalmente tenía que servir para cómo está afectando a la campaña del empresario afroamericano Herman Cain las alegaciones de acoso sexual realizada por cuatro mujeres que fueron empleadas suyas. Se notó a Cain con menos fuerza que en otros debates , pero sobrevivió sin problemas a la cita, aplaudido por el público, que abucheó a la periodista que le preguntó sobre las alegaciones sexuales. Esto muestra que los seguidores de Cain de momento no le han abandonado, pero también que la presión del tema tampoco le abandona. Una cosa es tener el apoyo de sus simpatizantes en una noche así y otra la diaria información de los medios sobre el particular.

Mitt Romney, exgobernador de Massachusetts y candidato tenido generalmente como favorito, se impuso claramente en el debate, como ha ocurrido en los anteriores, aunque la falta de interacción entre unos candidatos y otros hizo que esa victoria tuviera unos perfiles más bien planos.

También la cita fue satisfactoria para Newt Gingrich, quien presidió la Cámara de Representantes en tiempos de Bill Clinton, y que las encuestas sitúan ahora en tercer lugar. Algunos analistas consideran que si Cain se ve obligado a tirar la taolla será Gingrich quien puede ganar en los Estados más a la derecha y menos entusiastas con el centrismo de Romney.

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